Capítulo I

Era un anoche estrellada, aun a pesar de las numerosas luces del a ciudad de Tokio que opacaban la belleza del cielo. Sin embargo la muchacha no estaba preocupada de admirar semejante belleza. Desde hace 15 años que no miraba al cielo admirando su belleza. Es cierto 15 años, desde el día en que cumplió 22. Pero estos pensamientos no pasaban por su mente. Ella desde la azotea del edificio solo estaba preocupada de ver las sombras allá abajo. Allá donde no alumbra la luna ni las estrella ni las luces de neón.

Podía distinguir en la oscuridad el movimiento de hombres en el callejón allá abajo.

“Occidentales”- pensó-“Son vampiros occidentales”. Las 2 grandes casas habían estado en guerra desde tiempos antiguos, incluso ella lo sabia a pesar de haber sido convertida hace tan poco tiempo.”¿Por que se aventurarían a venir a Japón? “se pregunto, sintiendo miedo que aquello que le habían dicho fuera cierto, que ambas casas habían pactado un atregua hasta cazar al traidor que los estaba asesinando. Tenía que decírselo a Gabriel, todas sus pistas conducían a que aquel vampiro traidor era aquel a quien ella buscaba. Gabriel había sido durante estos últimos 15 años, su amigo, su amante y su protector, el sabría como actuar. Se sentía confundida el temor se apoderaba de ella al pensar que tendría que enfrentar al vampiro que fue capaz de acabar con los señores de los clanes, pero eso no apagaba los deseos de venganza contra aquel demonio que hacia 15 largos años le había arrebatado la vida de forma cruel y la había dejado abandonada a su suerte, sin saber en que se había convertido

Estaba absorta en estos pensamientos cuando de las sombras aparece una figura humana, sin hacer ruidos se para detrás de ella, levanta su hoja y ataca.

Ella sintió la sangre en su cara, no era sangre caliente, era un liquido frió, nunca lo había sentido así, acostumbrada la calidez de una vida humana se voltio aterrada, solo para ver a su atacante partido en 2. No había alcanzado a blandir el arma cuando otra espada lo atravesó de arriba abajo. Aun estaba asustada con los ojos puesto sen aquel cadáver, vio la espada cortar la cabeza del vampiro. Recién ahí noto la presencia del joven que la había salvado.

“Nunca esta de mas asegurarse”- Le dijo en castellano con acento español.”Las treguas no siempre se respetan, debes andar con cuidado…”-Sus ojos pardos se tornaron entonces verdes, de un verde muy especial, casi brillante y entonces termino la frase: “…Alexandra¹.

Aun atónita empezó a fijarse en los rasgos de aquel desconocido, era un joven de mas o menos su edad(o eso parecía), de pelo largo castaño ondulado, que usaba amarrado. Su cara denotaba tristeza, mucha tristeza, pero sus palabras eran amables.

El joven se acerco y le limpio la cara con un pañuelo. Alexandra se habría ruborizado de aun haber podido hacerlo. Voltió para ocultar la vergüenza. Desde su muerte nunca se había sentido así, se había convertido en una mujer fuerte y decidida y se sintió extraña.

La voz del muchacho la saco nuevamente de sus pensamientos:”Alexandra, el mismo nombre que mi madre”. Cuando se dio vuelta ya no había rastro de el, se había desvanecido en el aire.

“Esa frase....es él. Andrei. Aquel que me quito la posibilidad de envejecer, tener hijos, vivir. El bastardo que me asesinó”.

¹ El personaje en principio fue introducido a petición, luego el nombre esta condicionado por quien lo inspiro, lo que no significa que en una versión definitiva este no pueda ser cambiado.